La justicia italiana los condenó a 20 meses de prisión y una
fianza de un millón de euros.
Esta semana, en Nueva York, ellos auspiciaron el lanzamiento
mundial de Madonna: The MDNA Tour, el documental sobre la última gira de una de
sus amigas y musas más famosas. Pero Domenico Dolce y Stefano Gabbana no
caminaron con la reina pop la alfombra roja de The Paris Theatre; ella sí los
homenajeó vistiendo un conjunto que lleva su sello y que recrea uno de los
estilos de las mujeres adminaradas por Madonna, Marlene Dietrich: un smoking
masculino, con camisa y chaleco blancos, y como accesorio un sombrero de copa.
El famoso duo que hizo de la marca Dolce&Gabbana, un
imperio que desde Italia se impuso entre las mujeres ricas y que marcan
tendencia, estaban atentos a una situación para nada glamorosa que
protagonizaron sus abogados antes un escenario frío y menos acogedor: un
tribunal milanés, en primera instancia, les comunicó un fallo que no esperaban.
La justicia italiana los condenó a 20 meses de prisión y al pago de, por ahora,
un millón de euros como fianza, bajo el cargo de haber dado el control de varias
marcas del grupo a empresas pantalla –entre ellas Gado, acrónimo de sus
apellidos, Gabbana y Dolce– con sede en Luxemburgo, entre 2004 y 2005, y
haberles cedido el control de al menos dos de sus firmas con el fin de escapar
al fisco italiano, cuando en realidad estas empresas se gestionaban en Italia.
Según publicaron The New York Times, en Estados Unidos, y
The Guardian, en Inglaterra, el monto que podría exigirle a futuro la justicia
sería de 10 millones de euros.
El pedido de la fiscalía que presentó la demanda por evasión
fue de una pena de dos años y seis meses de prisión. Los diseñadores están
acusados, junto con otras cinco personas. La fiscal, Laura Pedio, consideró el
delito como un “fraude fiscal sofisticado certificado” por “pruebas sólidas
como rocas. (...) Los diseñadores participaron activamente en él, firmando
contratos de cesión de marcas”, señaló, y estimó que Gado era “una especie de
nebulosa con la consistencia del gas”. Otro fiscal, Gaetano Ruta, estimó que
“Gado era una construcción artificial cuyo objetivo era obtener una ventaja
fiscal que finalmente consiguieron”.
El imperio fue fundado por Dolce y Gabbana en 1985, emplea a
más de tres mil personas, tiene 250 puntos de venta en 40 países y tuvo un
volumen de negocio de cerca de mil millones de euros en el ejercicio 2011/2012.
El duo, por supuesto, apelará el fallo y espera una sentencia favorable.
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