En el clásico del domingo, el árbitro Darío Herrera hizo
repetir la ejecución de Buffarini por un supuesto adelantamiento del arquero de
River. El antecedente más cercano, ante Unión, en Santa Fe.
Un día después de la victoria de San Lorenzo ante River, el
tema de debate no es el flojo rendimiento del equipo de Ramón Díaz, sino la
jugada que decidió el resultado: el penal que se transformó en gol de Buffarini
–tras una doble ejecución ordenada por el árbitro– hizo recordar un remate
desde los doce pasos que Marcelo Barovero contuvo de manera similar en Santa
Fe. La diferencia es que en el Bajo Flores le cobraron adelantamiento y en
aquella ocasión, no.
En mayo de este año, River caía ante Unión por 2-1 y dejaba
escapar su última chance de pelear por el título, cuando Barovero contuvo un
penal de Franzoia y permitió que minutos después su equipo llegara al empate.
Esa jugada vuelve a tomar relevancia hoy, porque el árbitro Diego Ceballos no
consideró que el arquero sacara ventaja adelantándose, pese a que sus movimientos
fueron casi idénticos a los que realizó ayer por la noche en la cancha de San
Lorenzo.
En el Nuevo Gasómetro, Barovero volvió a arrojarse hacia su
derecha pero su forma de reaccionar ante la ejecución del penal fue considerada
ilegal por un asistente del juez Herrera, que obligó a "Trapito" a
someterse por segunda vez a un remate desde los doce pasos. Esta vez el arquero
no pudo evitar la caída de su valla y la polémica se potenció porque la jugada
sentenció el partido.
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