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viernes, 19 de julio de 2013

Se suicidó tras perder 600 mil dólares jugando al póker

Era un italiano que estaba en Lima. La denuncia de su novia.

Un italiano de 48 años se suicidó luego de haber perdido unos 600.000 dólares jugando campeonatos internacionales de póker en Lima, Perú, según informó la prensa local.
Se trata de Alessandro Bastianoni Passano, quien se suicidó en un departamento en Lima, luego de ser derrotado en los campeonatos internacionales Latín Series of Poker 2013 y el Póker Star de Lima, celebrados en dos exclusivos casinos de Miraflores, en mayo y junio últimos.
La víctima había jugado en los mejores casinos de Las Vegas, Estados Unidos, y en las más grandes casas de juego de América del Sur, acumulando dinero gracias a su habilidad con los naipes.
Su novia, Yeinni Ospina, dijo que Bastianoni llegó a Lima el 13 de mayo desde Panamá para participar en el campeonato Latin Series of Poker 2013 y dejó el país el 31 de mayo. Diez días después regresó a Perú.

Ospina, quien reside en Colombia, informó que el 6 de julio pasado se comunicó telefónicamente con su pareja. "Me dijo que había perdido mucho dinero. Su voz denotaba una profunda tristeza. Lo alenté, pero fue en vano", declaró a la prensa.
Desde ese día, la joven perdió contacto con Bastianoni y viajó a Lima para denunciar su desaparición ante la Dirección de Investigación Criminal (DIRINCRI) de ese país, y hasta recurrió a la embajada de Italia en Lima.
La policía rastreó al hombre a través de las señales de su celular, y así lo hallaron el martes muerto en un departamento que había alquilado en el tercer piso de un lujoso edificio ubicado en el distrito limeño de Miraflores.
Por el estado de descomposición del cadáver, peritos forenses estiman que la muerte ocurrió hace 10 días, aproximadamente.
En la misma habitación se halló un recipiente de vidrio que contenía residuos de veneno mezclado con agua gaseosa. También un maletín con 140.000 dólares y una carta escrita a puño y letra por el suicida en la que solicita emplear ese dinero para incinerar sus restos, según el diario La República.

Según el registro migratorio de la víctima, en 2012 y 2013 realizó viajes a Venezuela, Chile, Brasil, Panamá, Colombia y Estados Unidos, a fin de tomar parte en campeonatos internacionales de póker, su obsesión.

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