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domingo, 1 de septiembre de 2013

El cónsul de Siria: “Dios no quiera una tercera guerra mundial”

El representante del gobierno de Al Assad en la provincia advierte los riesgos de una internacionalización del conflicto. Teme que si EEUU los agrede, Irán bombardee a Israel y los hebreos respondan, sin que Rusia quede al margen. Admite que su país posee armas químicas, pero no para usarlas contra su pueblo sino para enfrentar el poderío nuclear israelí.


Mustafa Saada nació en Mendoza, de padres sirios, y desde hace 20 años es el cónsul local de Siria. Además de su labor como diplomático, se dedica -fiel a la tradición- al comercio de telas en un antiguo comercio de la Alameda.


Representa a una numerosa comunidad de inmigrantes y descendientes, la tercera en número en la provincia después de los italianos y españoles, los que llegaron en sucesivas oleadas a principios del siglo pasado y en la década de 1940.
En toda Argentina, se calcula que hay unos 3.500.000 “sirio-libaneses”.
 Al respecto, Saada aclaró que se los agrupó como “sirio-libaneses” porque inmigrantes de ambos países, que hablaban el mismo idioma y tenían las mismas costumbres, llegaron juntos a Buenos Aires. “Somos el mismo pueblo”, dice, pero de “naciones distintas”.
Saada se preocupa por dejar claro que él es el representante del gobierno de Bashar Al Assad, que comulga con las ideas políticas de esa administración, que defiende el accionar del ejército sirio ante la agresión de los insurgentes y terroristas y que, por supuesto, rechaza cualquier intervención extranjera.
 En esta actitud, se diferencia notoriamente de algunos diplomáticos de otros países, que en ocasiones prefieren no arriesgar opiniones políticas para evitar roces y quedar bien con todo el mundo. Es que, claro, vive una situación límite: su querida nación está en guerra civil, miles están sufriendo y muriendo, y en él se refleja ese dolor solidario.
¿Qué apoyo tiene el presidente Al Assad?
-Tengo la más absoluta convicción de que el gobierno de Al Assad ha hecho lo mejor para Siria. Es un gobierno, y no un “régimen”. No aceptamos esa calificación. Este gobierno hizo digna la convivencia entre cristianos y musulmanes, es un gobierno laico, que no responde a una tendencia confesional determinada, promueve la paz y defiende el bienestar de todos sus ciudadanos, sin hacer distinciones de razas ni de credos.

Muchos opinan pero no conocen la realidad de Siria, no entienden el árabe, no han leído el Corán, no han vivido en un país árabe... No se puede opinar livianamente si uno no conoce las costumbres y la idiosincrasia de este pueblo.


Esto que está pasando ahora ya lo hemos vivido, ya pasó antes en Irak, en Libia, en Afganistán... Ahora nos quieren atacar a nosotros. No quieren aceptar que hay pueblos que quieren vivir individualmente, soberanamente, independientemente, y que el pueblo resuelva sus problemas. Yo no digo que seamos los dueños de la verdad, pero nosotros debemos resolver nuestra problemática por nosotros mismos...


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