El escultor dejó de existir este lunes a las 4 de la mañana. Padecía una insuficiencia hepática aguda. Estaba en lista de espera para recibir un transplante.
El Director de Cultura de Santa Rosa, Raúl Fernández Olivi, falleció esta madrugada a causa de una enfermedad provocada por un tumor, hepatitis C, a lo que se le sumaban obstrucciones que lo hicieron ingresar en una lista de espera nacional a la espera de un transplante de hígado.
El deceso se produjo esta madrugada a las 4, según detallaron funcionarios municipales. Sus restos serán velados en la Sala N°4 de la CPE.
Raúl Fernández Olivi nació en Santa Rosa, La Pampa en 1954. Se formó como pintor y egresó del Instituto Provincial de Bellas Artes en 1984.
Fue becado por la Secretaría de Cultura de la Nación para realizar un Seminario de Arte Precolombino "La Escultura en la sociedad Agustiniana", en la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
Comienza a dedicarse exclusivamente a la escultura a partir de 1990, desempeñándose, además, como docente.
Fue responsable del Departamento Restauración dependiente del Museo Provincial de Artes de Santa Rosa, La Pampa, desde 1987. Reside y trabaja en Santa Rosa.
Recibió el Gran Premio de Honor XII Salón Pampeano de Artes Plásticas Secc. Grabado Premio Unico Apartado Relieve LXXXI Salón Nacional de Artes Plásticas Gran Premio de Honor Salón Pampeano de Artes Plásticas.(1991)
Paseo de la memoria. Junto al arquitecto Miguel García, secretario actual de Cultura de Santa Rosa, diseñaron el Paseo de la Memoria, emplazado en el Centro Recreativo Don Tomás. En la presentación de la obra, los autores explicaron que “emplazada, en una elipse contenedora, con la alegoría de una duna, médano, que eleva la escultura, le da el espacio de observación, y por donde el agua se escurre”.
“Este médano cierra su cara exterior con aplicaciones de placas de mármol, donde se grabaron los nombres de los homenajeados, y el terreno inmediato se trabajan en forma de pendiente, para insinuar más la altura del conjunto, pero con una inclinación que permita el acceso peatonal desde cualquier punto”, se lee en el portal de la Secretaría de Derechos Humanos de La Pampa.
La Escultura-Fuente, tiene dimensiones de 2 metros de ancho con un remate superior de 3 metros y una altura de 7 metros, y un basamento o médano ovalado de 8 metros de largo por 5 de ancho.
Se sostiene sobre dos “patas” y en su remate superior diversas ondulaciones le dan movimiento y ritmo, por donde filtra y se derrama la cortina de agua.
La idea de fuente, de agua que circula, que se eleva y cae, representa simbólicamente el constante fluir. Constante fluir de ideas, de compromiso, de acción y de lucha.
La escultura intenta manifestar los sueños y proyectos que quedaron truncos con la desaparición y muerte de los caídos, representado en la parte superior de la obra en forma de mar tumultuoso.
“Este oleaje iluminado, sustentado por dos altas columnas ofician de tronco de un gran árbol, dejando caer desde la altura el agua que corre, que circula, que se vuelve a elevar y a caer...”, indicaron los artistas.
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