En un parte de prensa que se inicia con la conocida frase de Ernesto Che Guevara en la que pidió que “sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario”, el Partido Comunista La Pampa hacia una Constituyente Social declaró:
Tomar como habitualidad ciertas vivencias por más injustas que sean, en muchos casos es una inevitable característica del ser humano. Lo que si no tiene consuelo es perder la capacidad de indignarse ante aberraciones humanas como la que en estos días está ocurriendo allá muy lejos en Medio Oriente entre Palestina e Israel. Aun en un pequeño lugar y en apariencia tranquilo como es Santa Rosa, es necesaria esa dosis de bronca ante la masacre del pueblo palestino y sus niños. Aunque multifacético y complejo es el tema en cuestión, los comunistas en La Pampa creemos necesario tratar de comprender el porqué de tanta injusticia cometida contra un pueblo indefenso y humillado.
El origen del problema radica en que hay dos pueblos en un mismo territorio y ambos lo reclaman como propio. Los israelíes consideran que les pertenece, argumentando que les ha sido legado por Dios como figura en el Antiguo Testamento. Y los palestinos, por su parte, dicen que les pertenece porque viven allí desde siglos. Los judíos europeos tuvieron la idea de crear su propio Estado en el siglo XIX sin interesarles demasiado que en ese territorio ya hubiera gente desde hacía cientos de años. Miles comenzaron a llegar a Palestina con la idea de construir un Estado solo para judíos. Idea impulsada por el movimiento sionista que desencadenó enfrentamientos entre árabes y judíos, los cuales se agudizaron cuando en 1948 nació el Estado de Israel gracias a la intervención de la ONU que brindo el 56 por ciento del territorio a los judíos y el 43 por ciento a los árabes. Esto, a pesar de que la población árabe (musulmana y cristiana) era abrumadoramente mayoritaria en 15 de las principales 16 ciudades de Palestina, mientras que los judíos ocupaban tan solo el 6% de las tierras y representaban menos del 30 por ciento de la población que ocupaba el territorio palestino. Fue el comienzo del avance militar israelí, robando cada vez mayor cantidad de territorio de ese ya escaso 43 por ciento que determino la ONU. Desde ese momento, aparecen en escena los refugiados palestinos quienes fueron ininterrumpidamente expulsados a sangre y fuego de sus tierras. Junto a sus descendientes en la actualidad, según Naciones Unidas, llegan a la cifra de casi 5 millones de palestinos. Para los árabes la creación del Estado de Israel representó algo más que el abandono de un territorio. Siglos de resistencia fueron eliminados, pueblos destruidos, cementerios y mezquitas hechas ceniza, refugiados en masa y arrasada la historia de un pueblo en su tierra.
El imperialismo que bloquea Cuba desde hace cuatro décadas, que intenta dar golpes de Estado en Venezuela y se opone a la Paz en Colombia, por supuesto, está detrás de todo esto. La comunidad judía estadounidense representa casi 5 millones de personas y muchos pertenecen a diferentes lobbies pro-israelíes que ejercen gran presión sobre las decisiones de los sucesivos gobiernos de EEUU. Además, Israel representa para EEUU su aliado “blanco y occidental” en Medio Oriente, a través del cual mantiene su presencia en la región. Son anualmente 4000 millones de dólares de donación a ese país que no deben ser reembolsados. Por eso es que no sorprende que Obama se pronuncie a favor de Israel ante los crímenes que está cometiendo. Nada dice de los ocho metros de altura que mide el muro, duplicando al tan cuestionado Muro de Berlín, y que desde el 2002 rodea a las ciudades palestinas convirtiéndolas en verdaderos guetos, de los cuales para entrar y salir los palestinos dependen del permiso de los soldados israelíes. No son pocos los enfermos que murieron en puestos fronterizos a la espera de un permiso de salida que nunca fue otorgado.
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