El gobierno de Estados Unidos otorgó por error la ciudadanía
a por lo menos 858 inmigrantes que tenían órdenes de deportación pendientes de
países de preocupación para la seguridad nacional o con altos índices de fraude
migratorio, reveló una auditoría interna de Seguridad Nacional (DHS por sus
siglas en inglés) difundida el lunes.
El inspector general del Departamento de Seguridad Nacional
(DHS por sus siglas en inglés) encontró que los inmigrantes utilizaban
distintos nombres o fechas de nacimiento para solicitar la nacionalidad
estadounidense Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS
por sus siglas en inglés) y que no se detectaron tales discrepancias debido a
que las huellas dactilares no estaban en las bases de datos del gobierno.
En un comunicado vía email, el DHS indicó que una revisión
inicial de esos casos infiere que algunos de los individuos estaban calificados
para obtener la ciudadanía, y que la falta de registros digitales de huellas
dactilares no necesariamente significa que se haya cometido fraude.
El reporte no identifica por nombre a ninguno de los
inmigrantes, pero los auditores del inspector general John Roth señalan que
todos eran de “países de interés especial” —aquellos que representan una
preocupación de seguridad nacional para Estados Unidos— o países vecinos con
altos índices de fraude migratorio. Esas naciones tampoco fueron identificadas
en el reporte.
Grave problema migratorio
El Departamento de Seguridad Nacional afirmó que los
hallazgos reflejan un añejo problema para las autoridades migratorias: antiguos
registros en papel que contienen información de huellas dactilares y que no
pueden ser rastreados electrónicamente.
El DHS afirma que las autoridades migratorias están en
proceso de digitalizar esos archivos y las autoridades revisarán “cada
documento” identificado como un caso de posible fraude.
Funcionarios del DHS identificaron a 953 personas
adicionales que fueron naturalizadas pese a contar con órdenes de deportación,
aunque los auditores no pudieron determinar si esos inmigrantes tenían p no un
archivo digital de huellas dactilares.
El reporte de Roth señala que en las bases de datos
federales faltan las huellas dactilares de hasta 315.000 inmigrantes que tienen
órdenes finales de deportación o que son delincuentes fugitivos. El Servicio de
Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en
inglés) no ha revisado los archivos de unos 148.000 inmigrantes para añadir las
huellas dactilares al archivo digital.
Se creó la brecha debido a que los viejos documentos de
papel nunca fueron añadidos a las bases de huellas dactilares que se crearon en
la década de 1990 por el ahora extinto servicio de Inmigración y Naturalización
y el FBI. ICE, la agencia del DHS responsable de localizar y deportar a los
inmigrantes que viven ilegalmente en el país, no digitalizó de manera
consistente los archivos de huellas dactilares de los inmigrantes detenidos por
sus agentes, hasta 2010.
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