Para resaltar nuestra belleza en la madurez es importante
utilizar nuestro maquillaje con sabiduría.
En el caso de las pieles de más de 50 años el “enemigo” más
frecuente a batir suelen ser las arruguitas que con el paso del tiempo aparecen
en el rostro. A continuación, te acercamos una serie de prácticos consejos para
disimularlas y conseguir un aspecto inmejorable y natural:
Antes que nada, hidratar
Una piel hidratada es el primer paso para lograr un
maquillaje perfecto, y las pieles maduras requieren el doble de hidratación que
las jóvenes, por lo que es importante utilizar cremas antiarrugas que
contribuyan a reparar la piel desde el interior, reconstituyendo la pérdida de
colágeno y elastina.
Menos es más
Si antes solías maquillar tu cara con una base de máxima
cobertura, es preferible que cambies a bases ligeras y poco aceitosas. Recordá
que las capas gruesas de maquillaje resaltan las arrugas en vez de cubrirlas.
El polvo traslúcido es el que mejor ayuda a cubrir las
imperfecciones y ofrece un acabado más natural que el polvo compacto. Aplicalo
con ayuda de una brocha, sin excederte.
El secreto de tus ojos
Evitá las sombras en forma de cremas y aquellas con efectos
nacarados porque acentúan las arrugas al acumularse en los pliegues del
párpado. Lo mejor es usar sombras mate y de colores neutros (como el gris, el
marrón, el beige, o el naranja).
Para resaltar tu mirada, dale un toque sutil a tus pestañas
superiores con máscara transparente. Es preferible que evites los colores muy
oscuros ya que endurecen tus facciones. Por este mismo motivo, es recomendable
no usar delineador.
Una boca que provoca
Sabemos que con los años, nuestros labios pierden colágeno y
se afinan. Para devolverles volumen podemos delinearlos, pero siempre
utilizando tonos neutros como el beige, el rosa viejo o el terracota, e
intentando que no haya demasiado contraste entre el delineador y el color del
labial.
También es recomendable evitar los tonos muy llamativos o
brillosos que puedan resaltar las pequeñas arrugas de las comisuras de los
labios.
Colorín, colorado
Por último, y para resaltar el color en nuestras mejillas y
darles un aspecto saludable, podemos usar tonos de rubor rosados, o de marrón
claro. Las pieles más tostadas se ven muy bien con las tonalidades corales.
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