El país se ubicó 83º de 99 naciones participantes en la
categoría "Orden y Seguridad" del Índice de Imperio de la Ley. En la
tabla general terminó en el puesto 58º
La nueva edición del Índice de Imperio de la Ley que elabora
la organización The World Justice Project dejó un sabor agridulce para la
Argentina. Si bien en el ranking general quedó a mitad de la tabla compuesta
por 99 países e incluso logró un buen sexto puesto entre los países de la
región, en el apartado de "Orden y Seguridad" se ubicó entre los
últimos de la tabla.
Allí, la Argentina obtuvo el 83º puesto a nivel mundial y
décimo entre las 16 naciones de América Latina que fueron medidas. Tres
variables eran las relevadas en la categoría "Orden y Seguridad" por
la encuesta que se realizó entre mil personas de las Rosario, Córdoba y Buenos
Aires, además de consultas con 2400 especialistas de todo el mundo. En
"Conflictos civiles", el país logró el máximo resultado posible, lo
que indica la completa ausencia de ese tipo de problemas. Los malos resultados
estuvieron en las categorías "Crímenes" y "Venganzas
violentas", donde Argentina consiguió un resultado de 0,53 y 0,29
respectivamente, en un índice en el que 1 es el resultado máximo y 0 el mínimo.
El mejor resultado estuvo en derechos fundamentales, con el 31º puesto
"La Argentina no tiene crímenes de tan alto impacto,
como homicidios, sino que vemos mucho el asalto, los motochorros. Son
alarmantes las altas tasas de robos en casas, entre las más altas de la
región", explicó Alejandro Ponce, uno de los autores del Índice de Imperio
de la Ley, al diario La Nación.
La organización mide a nivel mundial ocho variables. Además
de Orden y Seguridad, las categorías relevadas son: límites a los poderes del
Gobierno, ausencia de corrupción, gobierno abierto, derechos fundamentales,
aplicación de la ley, Justicia civil y Justicia penal.
Como resultado general de la sumatoria de todas, Argentina
no quedó mal parada, con un 58º puesto sobre el total de 99 países. Mientras su
peor resultado estuvo en Orden y Seguridad, el mejor lo consiguió en la
categoría derechos fundamentales. Allí, logró el 31º puesto a nivel mundial y
el tercero a nivel continental gracias a los buenos resultados en no
discriminación, derecho a la vida, derecho al debido proceso, libertad de
expresión, libertad de culto, derecho a la privacidad, libertad de asociación y
derechos laborales.
Como es habitual en los rankings de calidad de vida, los
países escandinavos volvieron a encabezar los rankings. Primera quedó
Dinamarca, seguida de Noruega, Suecia y Finlandia. En América Latina, Uruguay y
Chile fueron los países mejor posicionados (ubicados en los puestos 20 y 21 a
nivel mundial, respectivamente). Argentina, con su 58º lugar, se ubicó por
debajo de países como Malawi, Panamá o Nepal, pero por encima de Turquía,
Filipinas y Colombia. Último en el continente y en el mundo quedó Venezuela.
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