Después de encontrar a un nene de dos años que estuvo
desaparecido durante 15 horas en las sierras de Tandil, León se convirtió en el
héroe de la jornada.
Este labrador, color té con leche bien clarito de dos años
y medio, es oficial de la Policía Bonaerense desde hace un año y fue quien
halló el cuerpo sin vida de Araceli Ramos, en octubre de 2013, en un descampado
al costado de la Gral. Paz.
León llegó a la división Canes de la dirección de
Operaciones de la Policía Científica Bonaerense luego de que su entrenador,
Néstor Páez, lo eligiera entre 11 cachorritos que tenía una familia para vender
porque era “el más juguetón” y, luego, lo donara policía.
Después de un entrenamiento de un año y medio, que contó con
la colaboración de la escuela Canina de Catástrofe de Barracas, León desembarcó
en la división Canes de la Bonearense para acompañar a “Nerón”, un bloodhound,
que se jubiló a fin de año con la jerarquía de Capitán tras 10 años de
servicio.
Ahora, León es el único perro de la división Canes y ayer se
convirtió en un héroe al encontrar a Bautista Gago, de 2 años, después de 15
horas en las que no se supiera nada de él. “Por suerte, tardó poco: sólo una
hora en hallar al chiquito, que había pasado toda la noche a la intemperie y
tenía muchas picaduras”, le cuenta a Clarín Páez, el cuidador de León.
Y sigue: “Él trabaja suelto, pero ya le conozco todos los
movimientos. Por eso, ayer cuando giró y levantó la cabeza enseguida me di
cuenta de que algo pasaba, y lo seguí. En un momento, empezó a dar vueltas y me
miraba. Como los pastizales estaban altos, recién vi al nene cuando yo estaba a
dos metros. Lo más lindo fue que cuando León ladró, el chiquito se levantó y lo
quería abrazar. Fue muy emocionante”.
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