Ya se despejaron las dudas, el despensero confesó el homicidio pero la justicia le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria. El domingo mató a Jorge Nicolás Pescara a quemarropa cuando junto al joven Emiliano Agustín Carmona ingresaron a robarle mercadería en la despensa ubicada en Tomas Mason y Libertad.
El fiscal dijo que el comerciante es un “autor confeso” y con eso “allanó el camino de la investigación”, indicó.
Toffoni, según el fiscal, dijo que estaba durmiendo, escuchó la explosión de una puerta. Primero pensó que era la suya. Luego tomó el arma y se dirigió a la despensa. Cruzó la calle Libertad, caminó armado al menos 30 metros y cuando ingresó se encontró con uno de los jóvenes adentro, que sería Carmona. Ni bien lo vio le pidió que se quede quieto. El comerciante agrega que en ese momento sintió que lo empujan. Asegura haber visto a un hombre alto, que no se condice con la descripción de Pescara, quien resultara la víctima fatal..
Piombi siguió hablando por Toffoni: “vio una persona grande, todo negro que se le venía. Dijo que se le escapó el disparo”.
Plan B pudo saber que esa no es la versión que contó el joven Carmona, pero todavía no se conocieron los detalles de esa declaración.
El arma utilizada no estaba registrada. Pidió que se lo juzgue por homicidio simple y solicitó el beneficio de la prisión domiciliaria. Su abogada, Vanesa Ranocchia, rechazó la acusación porque “no estamos ante un asesino. Toffoni vive una desgracia tan grande como la familia de quienes están llorando a la víctima”, dijo la abogada.
En poco tiempo realizarán la reconstrucción del hecho.
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