El objetivo es investigar y crear un informe en torno a las
maniobras de lavado de dinero que sobrevolaron la entidad bancaria durante
estos últimos años.
El Papa Francisco acaba de crear una comisión de cinco
miembros para que investigue el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el
Banco Vaticano, cuestionado desde hace décadas por posibles maniobras de lavado
de dinero.
En sus 71 años de historia, esa entidad bancaria está siendo
investigada por los jueces italianos. Ahora, desde su flamante gestión, el Papa
está decidido a “limpiar” esa imagen. Para eso creó una comisión compuesta por
cuatro prelados -dos de ellos cardenales- y por Mary Ann Glendon, una profesora
laica en la Escuela de Leyes de Harward y ex embajadora estadounidense ante la
Santa Sede.
El plan de Francisco es que ese comité preparare un informe
con miras a analizar todo el trabajo del banco. Según trascendió, aún no hay
fecha prevista para la presentación del reporte.
La creación del comité se debe a que el Papa “quiere conocer
mejor la posición legal y las actividades del instituto de modo de que estén en
mayor armonía con la misión de la Iglesia Universal y la Sede Apostólica”. La
medida parece confirmar las expectativas de que Francisco quiere reformar de
manera radical la Curia romana.
De hecho, desde su asunción como Papa, Francisco viene
evitando cualquier muestra de pompa y protocolo en su gestión. Su lema es a
favor de una “Iglesia pobre, para los pobres”.
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