Félix Díaz y el Premio Nobel de la Paz mantuvieron una
audiencia con Francisco. Advirtieron sobre las "graves violaciones a los
DDHH de los pueblos originarios". Ayer, el Sumo Pontífice recibió a 300
niños.
El papa Francisco recibió en el Vaticano al argentino Adolfo
Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz de 1980, y al líder de la comunidad
indígena Qom, Félix Díaz, quienes denunciaron la persecución y sistemática
violación de los Derechos Humanos que sufren los pueblos originarios en
Argentina.
Tras la reunión, Díaz afirmó que el Papa les transmitió la
decisión de incluir el tema indígena en la agenda. Y les pidió que lo acompañen
"en la lucha contra las injusticias del mundo".
"Lo defino como un hombre que tiene mucho interés de
que el mundo se encuentre en armonía con todos los habitantes, y que todos los
actores sociales se encuentren en armonía. Nos pidió que lo acompañemos y lo
apoyemos para combatir este mundo tan injusto. Y que en eso, está muy
interesado en incluir el tema indígena en la agenda", explicó el dirigente
indígena.
Antes del encuentro, Pérez Esquivel había señalado en un
comunicado que Díaz expondría al Sumo Pontífice "las graves violaciones a
los derechos humanos que sufren los pueblos originarios en el continente
latinoamericano".
"La Iglesia católica ha tenido un rol activo en la
conquista de América y gran parte de complicidad con el genocidio de los
pueblos originarios, esto es una parte de la memoria histórica de nuestros
pueblos que no olvidaremos", sostuvo el titular de la organización no
gubernamental Servicio Paz y Justicia (Serpaj).
Pérez Esquivel, quien solicitó la audiencia con el Papa,
destacó que "asimismo también hubo muchos sacerdotes y órdenes religiosas
que se pusieron del lado de los pueblos indígenas frente a la opresión".
"No es casualidad que un jesuita latinoamericano quiera
recibir y escuchar a los pueblos originarios", expresó el Premio Nobel de
la Paz antes del encuentro.
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