Es una opinión que logró consenso entre los principales
protagonistas de la educación del país. La calidad educativa de mal en peor: el
52% de los adolescentes argentinos no comprenden lo que leen y sólo el 44%
termina el secundario en tiempo y forma. Argentina ocupa el puesto número 7
respecto de su calidad educativa en la región y más del 15 % de los jóvenes
integran el grupo "ni, ni": ni estudian, ni trabajan. ¿Por qué la sociedad y la política aún no despiertan?
Si repasamos las últimas "calificaciones" que
obtuvo la Argentina en el grupo de exámenes internacionales que luego permiten
construir los índices e indicadores de calidad educativa de todos los países
del mundo, los números nos atraviesan como dagas a toda la sociedad.
Porque las cifras demuestran que la cuestión acerca de la
calidad educativa es un desafío urgente e involucra a todos los argentinos y
aleja la imagen de la Argentina calificada, que supo ser el país modelo y con
la mejor educación de América Latina .
Hoy Argentina, a 125 años de la muerte de Domingo Faustino
Sarmiento, ocupa el séptimo lugar en el ranking de países según su calidad
educativa, detrás de Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay.
"La calidad educativa está en situación de
emergencia", fue una de las conclusiones consensuadas entre los
principales referentes del sector entre autoridades nacionales, de la ciudad y
del mundo que participaron del V Foro de Calidad Educativa que organiza
anualmente la asociación civil Proyecto Educar 2050, en el marco de la Semana
de la Educación.
Según el último Informe del Programa Internacional para la
Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por su sigla en inglés: Program for
International Student Assessment), el 52% de los adolescentes argentinos de 15
años no comprenden lo que leen, y este es un dato que se sostiene en el caso
argentino desde al año 2000. El PISA se realiza cada tres años en varios países
con el fin de determinar la valoración internacional de los alumnos y es
llevado a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE).
"El primer gran déficit que tiene nuestro país en
materia de calidad educativa es la gran desigualdad, que establece diferencias
importantes entre regiones y ciudades. En las zonas de mayor pobreza estamos
dando la peor educación, cuando la Ley de Educación Nacional exige lo
contrario. Las mejores escuelas deberían estar en las zonas más
necesitadas", explica Manuel Álvarez Trongé, presidente de la ONG Proyecto
Educar 2050.
Según Álvarez Trongé, otro de los grandes desafíos
pendientes en la Argentina para lograr calidad educativa es el colegio
secundario: "Según las últimas cifras del Ministerio de Educación de la
Nación, el 56% de los chicos no lo terminan y sólo lo completan en tiempo y
forma el 44 por ciento".
Bajo el lema "Educar mejor es urgente", los
principales referentes del sector se sentaron a debatir durante el Foro y las
conclusiones fueron unánimes al señalar el resquebrajamiento de la calidad de
la educación hoy en la Argentina y hasta hicieron un mea culpa, incluido el
Ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, quien estuvo a cargo del
cierre.
La apertura fue del ministro de Educación de la Ciudad de
Buenos Aires, Esteban Bullrich, quien comenzó con un panorama preocupante:
"El 25% de los alumnos que cursan la enseñanza obligatoria en el país
(primario y secundario) alcanza buen nivel educativo y el restante 75% no tiene
los niveles mínimos necesarios y suficientes para considerar que el menor esté
educado". El ministro hizo un
fuerte llamado a terminar con el "fraude educativo" y convocó a los
políticos a encarar el tema con visión estratégica de país.
La última mesa de Política Educativa comenzó con un video de
una entrevista al ex ministro de Educación de la Nación, Juan Carlos Tedesco,
quien señaló que debería declararse de manera urgente la "Emergencia
Educativa" en determinadas jurisdicciones del país. También hizo
referencia a la necesidad de fijar metas a 10 años y que se apruebe su
financiamiento por ley.
La jefa de Educación del BID, Emiliana Vegas, expuso un
análisis profundo de la realidad en la región con datos y cuadros estadísticos
muy detallados, y remarcó la situación argentina como una de las más graves en
la región, especialmente en lectura. También señaló la necesidad de que los
países que están entre los de menor desempeño (como la Argentina) tengan el
objetivo de alcanzar los niveles de calidad mínimos fijados para todas las
escuelas del país.
La ley que no alcanzó
¿Cuáles son las causas principales de esta situación de
emergencia educativa?
"Tenemos que despabilarnos como sociedad y entender en
profundidad el concepto y el desafío de educar. No es sólo una responsabilidad
del Estado; el desafío es de la sociedad argentina en su conjunto. La política
tiene que tomar a la educación como desafío electoral, y la sociedad se lo
tiene que pedir. Está faltando liderazgo educativo en nuestro país",
refuerza Álvarez Trongé".
En el año 2006, en la Argentina se sancionó la nueva Ley de
Educación Nacional, que reemplazó el marco jurídico que regía en nuestro país
desde 1993, logrando consenso mayoritario de la comunidad educativa y política.
Si bien la letra de la ley basó sus principios básicos sobre la equidad, la
justicia, la solidaridad y el bien común, no alcanzó para revertir la profunda
desigualdad y la situación de escolarización degradada en la que se encuentran
muchísimos argentinos.
"La Ley de Educación Nacional es muy buena, y eso también
hay que decirlo; el gran problema es que no se aplica, no se cumple",
advierte Álvarez Tronge. La ley tiene una serie de artículos muy precisos sobre
cómo deben destinarse los recursos educativos para evitar la desigualdad;
establece que el secundario es obligatorio y ésto debe exigirse".
La generación "ni, ni"
Tristemente, ya tienen nombre de pila: son los chicos
"ni, ni" (ni estudian, ni trabajan) y representan en la Argentina
entre el 10% y el 15 % de la población juvenil, según los últimos informes
realizados en base a datos del INDEC. Es la franja joven que aún no ha podido
vencer el cerco de la ignorancia.
Alieto Guadagni, en una de las mesas del Foro, se refirió al
fenómeno objetando la falta de cifras para encararlo: "Es muy importante
contar con datos fidedignos, como ocurre en países vecinos que están mejorando
su nivel educativo como Brasil, Uruguay y Chile". Y resaltó como contraste
la prohibición del Art. 97 de nuestra Ley Nacional de Educación, que no permite
la utilización de esta información por estigmatización, lo cual no ayuda al
desarrollo de la calidad.
Las conclusiones
Pasados 125 años de la muerte de Domingo Faustino Sarmiento
y en la semana donde se celebró el Día del Maestro en su honor, fueron más de
40 organizaciones las que se reunieron para convertir a la educación en una
pasión argentina, entre el domingo 8 y el sábado 14 de septiembre.
Las organizaciones que se sumaron a esta iniciativa fueron: Proyecto Educar 2050, Aiesec, Apaer, Cimientos, Confederación de la Sociedad Civil, Connecting Schools, Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires, Cruzada Patagónica Argentina, Edu CREA, EDUCERE "Docentes por un mañana", Fe y Alegría Argentina, Foro de Educación del Bicentenario, Fundación Compromiso, Fundación del Tucumán, Fundación Enseñá por Argentina, Fundación Equidad, Fundación La Nación, Fundación Leer, Fundación Padres, Fundación Ruta 40, Fundación Temaikén, Huerta Niño, Luminis, Manos Abiertas, Minkai, Misiones Rurales Argentinas, Pequeños Gestos, Red Impacto, Techo, Asociación Guías Argentinas, Grupo San Felipe, Scouts de Argentina, Junior Achievement, Consejo Publicitario Argentino, YMCA y Conciencia.
Por su parte, el senador nacional Ernesto Sanz hizo una recorrida histórica por la educación en nuestro país desde la Ley 1420 y explicó la importancia del compromiso político en la cuestión con un enfoque detallado en "tener información sobre cómo se piensa manejar el dinero invertido en educación". Y aseguró que en el país se desperdició dinero y tiempo, y que se perdieron los objetivos planteados. "Hoy la escuela tiene dinero, pero carece de rumbo y estrategias". Su propuesta es lograr un nuevo pacto educativo entre escuelas, docentes, alumnos, Estado, sindicato, familias y sociedad que permita un cambio de enfoque para mirar a la educación como prioridad y mejorar la calidad", expresó Sanz.
Es un grupo de personas comprometidas con la buena educación que trabaja en la práctica (con escuelas de muy bajos recursos) y en la teoría (impactando en política pública para lograr mejor educación). La visión de Proyecto Educar 2050 es colocar a la Argentina en un lugar de liderazgo que supo tener entre los países de mejor educación del mundo. Más información: www.educar2050.org.ar
"Apelamos a que la sociedad argentina ponga toda su pasión en la educación, porque cuando lo hace se logran muchas cosas. Y la clase política, así como se ocupa y establece agenda con la inseguridad y la inflación, tiene que tomar definitivamente a la educación como bandera. Lo que nos tiene que unir como argentinos es una mejor educación", concluye Álvarez Trongé.
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