Los hijos de Alejandro, flamante ministro de Seguridad,
compiten con Dulce, su actual mujer, por el control de Ezeiza.
Sin descuidar los negocios, la familia Granados, encabezada
por el flamante ministro de Seguridad bonaerense, supo crecer al calor del
Estado. Este clan, integrado por Alejandro Granados, su mujer –Isabel “Dulce”
Visconti– y sus cuatro hijos, ahora se disputa una herencia en la que el
liderazgo por el distrito de Ezeiza entró en juego.
Mangrullo. Principios de los 90: Granados comparte un asado con Carlos Menem y Eduardo Duhalde en el conocido restaurante, hoy propiedad de su familia. |
La pelea por el poder frente a 2015 –año en el que Alejandro
cumpliría veinte años como intendente– la inició la propia presidenta Cristina
Kirchner a fines de 2011. “Ya es hora de que vos gobiernes Ezeiza, además yo te
banco”, le dijo la mandataria a Visconti.
No sólo el jefe de la familia se resiste a dejar en manos de
su mujer el municipio, sino que sus dos hijos mayores –del matrimonio anterior–
mantienen una fuerte disputa con Dulce.
Alejandro conoció a Visconti en el tradicional restaurante
El Mangrullo. En aquel entonces, la actual diputada nacional era bailarina del
grupo familiar Los Visconti, que los Granados contrataban para animar las
cenas.
Dulce llegó al Congreso nacional en 1993, cargo que logró
renovar cada cuatro años y que planea conservar con la elección de octubre. Dos
años después, Granados consiguió la intendencia de Ezeiza gracias a Carlos
Menem.
Sucede que el ex presidente no lograba aceitar la relación
con el entonces jefe comunal de Esteban Echeverría, distrito del cual Ezeiza
formaba parte. En ese momento, Menem pretendía controlar el aeropuerto de
Ezeiza y el alcalde, Alberto Groppi, se lo impedía. Es así que lograron la
división del distrito y Granados se quedó con la conducción del territorio que
incluía el aeropuerto.
Pero el matrimonio no deja de lado su actividad privada. La
Dulcina Polo Team es una de las sociedades anónimas de la familia con las que
mantienen los negocios de caballos de polo.
El hijo mayor del ministro, Alejandro, es el titular de la
Administración Nacional de Aviación Civil y participa en dos sociedades; a
través de una de ellas (Granados Hermanos SRL) maneja El Mangrullo y el hotel
de la cadena Holiday Inn levantado gracias a beneficios que otorgó el municipio
de La Matanza. Alejandro (h) también participa de la sociedad Jasan Office SA,
dedicada a los negocios inmobiliarios.
Quien sigue de cerca los números en la familia es Gastón, el
segundo hijo, recientemente nombrado secretario de Obra Pública del municipio y
quien disputa el futuro liderazgo político del distrito con Dulce. “Gato”, como
le dicen en la familia, también es presidente del club Tristán Suárez.
La tercera hija, Barbarita, es encargada de administrar el hotel
que su madre Dulce utiliza como oficina para atender a funcionarios y
empresarios. Además, maneja la
comunicación del distrito. El cuarto hijo es Santiago, de 9 años, hoy ajeno a
la disputa.
El ministro tiene cuatro hermanos: Leonor, Julio, Valeria y
Marisol. Leonor es senadora y recientemente se pasó al bloque del Frente
Renovador, que responde a Sergio Massa. Julio es artista y escribió en su
página de Facebook un mensaje de apoyo a Leonor por la pelea política. En
tanto, Valeria y Marisol son funcionarias de la Anses en el municipio.
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