En Santiago del Estero construyeron un terraplén junto al
río Salado que lleva el agua hacia los campos de la provincia, y afecta a los
de Santa Fe. La falta de lluvias hizo bajar el caudal de agua y aparecieron miles
de peces muertos en Añatuya.
El río Salado es motivo de un conflicto entre productores
santiagueños y santafesinos debido a la construcción de un desvío que estaba
afectando a estos últimos.
En territorio de Santiago del Estero se construyó tiempo
atrás un terraplén que estaba derivando el agua hacia campos particulares.
Por esta situación, autoridades del municipio y la
cooperativa de agua de la ciudad de Tostado, en Santa Fe, reclamaron que se
retire el obstáculo que impide el normal escurrimiento hacia esa provincia.
Los productores santafesinos están exigiendo que Santiago
del Estero cumpla con el cupo de tres metros cúbicos por segundo que deben
ingresar a esa provincia.
Días atrás, una masiva mortandad de peces se produjo en el
sector del río Salado situado en el sudeste de Santiago del Estero,
aparentemente como consecuencia del bajo caudal, lo que podría afectar la
provisión de agua a la ciudad de Añatuya.
Pobladores rurales encontraron a la altura de la compuerta
niveladora, distante a unos siete kilómetros de esa localidad, miles de peces
muertos, lo que generó un foco de contaminación importante. Entre las especies
que aparecieron flotando había bagres, sábalos y bogas.
El fenómeno estaría vinculado con la notoria bajante del
río, como consecuencia de la falta de lluvias en las nacientes, en la provincia
de Salta.
La Secretaría del Agua de la provincia aseguró que, por el
efecto contaminante que tienen los peces muertos, se extremarán los controles a
la hora de potabilizar el agua que se distribuye a través de la red
domiciliaria añatuyense.
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