Algunos de los que antes eran referentes perdieron la
confianza del DT y ya no juegan. Los constantes cambios de formación generan
malestar y la falta de resultados profundizan la crisis. Ramón busca que el
domingo quede claro quién lo respalda.
"Yo en ningún momento vine para jugar de esta manera
pero este es el equipo que tenemos y necesitamos el apoyo porque los puntos son
importantes", dijo ayer Ramón Díaz cuando puso en duda su continuidad como
técnico de River al final del año. El DT está cercado y pide a gritos una
reacción en cadena: del hincha, de los jugadores, de los candidatos que en
diciembre pugnarán por la presidencia de River. Siente que él, que es el
técnico más ganador de la historia, no puede ser devorado por este plantel que
hoy se ha vuelto su principal amenaza, o al menos algunos de sus integrantes.
La falta de resultados termina decantando, casi siempre, en
quiebres internos pero en el caso de River no son los 10 partidos que el equipo
acumula sin ganar el principal foco del descrédito de algunos de los jugadores
para con el técnico, sino los constantes cambios en las formaciones (lleva
probados 22 equipos distintos en 23 fechas) y lo que algunos consideran como
destrato, lo que ha provocado una separación entre los que respaldan al DT y
los que no harán demasiado para impedir que se vaya.
Si de nombres se trata, el de Leonardo Ponzio encabeza la
lista de los que miran a Ramón desde la vereda de enfrente: el jugador que
fuera principal referente del ciclo de Matías Almeyda y capitán en el primer
semestre del actual ciclo, el domingo no fue ni al banco. Fue el primer borrado
de la lista de los jugadores que se habían concentrado para jugar ante Racing.
Detrás de él asoman Cristian Ledesma, Manuel Lanzini y
Rodrigo Mora. El "Lobo", relegado en la consideración del entrenador
luego de la aparición de Matías Kranevitter, tendría decidido irse del club a fin
de año. Mismo contexto para el media punta, quien en julio pasado descartó una
millonaria oferta del fútbol de los Emiratos Árabes porque, dijo, su deseo era
"triunfar en River", en diciembre próximo se irá ante la primera suma
seductora. En el caso del delantero uruguayo, sus reiterados desencuentros con
el cuerpo técnico por cuestiones personales y su pobre nivel en el semestre,
también hacen que un esfuerzo por sostener este ciclo no esté entre sus
prioridades.
En los grises está "Teo" Gutiérrez, el jugador por
el que Ramón Díaz movió cielo y tierra, el que prometía goles y títulos: el que
en River convirtió apenas 3 goles en 18 partidos, sólo uno para ganar. El
técnico nunca pudo dar en la tecla con el estado ideal del colombiano dentro
del campo de juego y éste lo hizo saber a través de los medios, lo que mucho ha
molestado al DT.
Si bien la continuidad de Ramón Díaz no está definida, lo
cierto es que en caso de continuar en el próximo semestre, podrían ser varios
los que quedarían relegados ante una situación de desconfianza absoluta por
parte del DT, quien en el último tiempo le ha dado prioridad a los jugadores
cuyas llegadas han causado polémica como Osmar Ferreyra y Juan Carlos Menseguez
(amigos de su hijo Emiliano) y de los chicos de la cantera, que poca voz de
mando pueden llegar a tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario