Aunque a simple vista parezca un globo, en realidad se trata
de un animal llamado carabela portuguesa. Este ser marino apareció en las
costas de Olivença y preocupó a todos los turistas que estaban allí
vacacionando.
Las carabelas portuguesas (Physalia physalis) son
sifonóforos, una colonia de organismos que se asocian para sobrevivir. Cada uno
de estos organismos, denominados zooides, está especializado en una actividad
necesaria para la supervivencia de la colonia. Todos estos organismos se
encuentran unidos entre sí y fisiológicamente integrados siendo incapaces de
sobrevivir independiente.
Es una especie de vejiga llena de gas, que puede llegar a
sobresalir 15 centímetros por encima de la superficie del agua y que de alguna
manera se asemeja a un buque de guerra portugués del siglo XVI. Estos
organismos tienen la labor de navegar. Los tentáculos, largos y delgados que
pueden llegar a los 50 metros de longitud, están cargados de veneno y son
utilizados para paralizar y matar a los peces y otras criaturas pequeñas de las
que se alimentan.
Para los humanos la picadura de una carabela portuguesa es
muy dolorosa pero rara vez mortal y el dolor desaparece pasadas un par de
horas. Hay que tener mucho cuidado tanto si se encuentra una en el mar como si
está muerta en la costa, aún inertes su veneno está activo y puede hacer mucho
daño.
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