En un acto con el grupo Carta Abierta, el jefe de Gabinete
Jorge Capitanich pidió avanzar "con la participación popular en el
control" de las fuerzas. Vinculó las tensiones de la última semana con
"vestigios de la dictadura"
Capitanich compartió un acto
en la Biblioteca Nacional con los intelectuales afines al Gobierno que
forman parte de Carta Abierta, a quienes elogió diciendo: "Expresan
lúcidamente las posiciones que tenemos que defender con mucha convicción".
El funcionario destacó los puntos fuertes de la gestión
kirchnerista y aseguró que "nunca antes en la Argentina" hubo tanta
libertad de expresión, pluralidad y el Congreso pudo trabajar con mayor
libertad. "El kirchnerismo significó gobernabilidad con calidad institucional",
afirmó.
Al analizar los "desafíos" que enfrenta el
oficialismo para el futuro, Capitanich reconoció que la semana que pasó,
signada por protestas policiales que derivaron en saqueos y más de una decena
de muertes, fue "muy intensa".
"Tenemos que entender que los grupos corporativos o los
vestigios de la dictadura o aquellos que pretenden socavar la bases del poder
democrático, están siempre al acecho" Advirtió. "De la manera que hay
que responder es con mayor firmeza y democracia", añadió.
En ese marco, el jefe de ministros insistió en que "la
seguridad pública es un poder no delegado de las provincias, pero las
provincias deben tener una ley de seguridad democrática. Tenemos que avanzar
con la participación popular en el control de las fuerzas de seguridad".
"Es imprescindible democratizar el sistema de seguridad
pública, garantizar transparencia, para que en definitiva las mafias enquistas
asociadas a la trata de personas, al anrcotráfico y a todos los flagelos que
agobian la argentina sean desterrados", dijo. Y agregó: "Los que
deben proteger la vida, el patrimonio y la libertad de los argentinos no pueden
ser los mismos que las promuevan".
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