El ex secretario de Transporte ingresó acompañado por su
abogado al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2. El ex funcionario
kirchnerista está acusado de la sustracción de una prueba. El testimonio del
agente de la Federal que vio cómo Jaime se metía en el bolsillo pruebas de un
allanamiento.
Ricardo Jaime llegó a las 9:15 a los Tribunales de Córdoba.
Lo hizo en un remís y acompañado por su abogado, Marcelo Brito. Vestido con un
traje oscuro, dijo que estaba "tranquilo". El juicio es público pero
no hay mucha gente: apenas un par de estudiantes de Derecho que mostraron
curiosidad por lo que sucede en el Tribunal.
El ex funcionario kirchnerista enfrenta desde hoy su primer
juicio oral y público. Tiene abiertos más de 20 expedientes por corrupción.
Pero la primera vez que se siente ante un Tribunal Oral será por otro delito.
El intento -frustrado por un policía de la Federal- de robar pruebas de un
allanamiento.
El ex funcionario kirchnerista enfrenta desde hoy su primer
juicio oral y público. Tiene abiertos más de 20 expedientes por corrupción.
Pero la primera vez que se siente ante un Tribunal Oral será por otro delito.
El intento -frustrado por un policía de la Federal- de robar pruebas de un
allanamiento.
El 7 de junio de 2010 el juez Norberto Oyarbide ordenó
varios procedimientos en Córdoba por la causa por enriquecimiento ilícito en la
que se investiga el crecimiento patrimonial de Jaime y sus testaferros. Uno de
ellos se hizo en la casa de Julieta Jaime, una de las hijas del ex funcionario.
Cuando la policía llegó a la casa de la calle Omaguacas 91 en las afueras de
Carlos Paz, un empleado de mantenimiento recibió a los agentes con un cordial
"los estábamos esperando". Ricardo Jaime también dijo lo mismo:
afirmó que tenía un pasaje para volar a Buenos Aires pero suspendió el viaje
porque aguardaba el allanamiento. Cuentan testigos de ese procedimiento que los
investigadores hallaron cables que revelaban la existencia de conexiones a
internet pero no había computadoras. Alguien le había avisado a Jaime que iban
a allanar la casa de su hija y otros lugares.
En ese allanamiento participaron Miguel Ángel Maidana y
Eleonora Feser. Maidana tenía por entonces el
grado de Inspector y revistaba en la Delegación Córdoba de la Policía
Federal. Feser es contadora y asistía por orden de la Procuración General de la
Nación a la fiscalía de Carlos Rívolo a cargo de la investigación sobre los
bienes de Jaime.
Comenzó el allanamiento y se hallaron varias cosas. Maidana
instaló una mesa en la planta baja para clasificar y resguardar las pruebas.
Entre esas pruebas estaba un tarjetero con varias tarjetas personales. Unas
cuatro tarjetas estaban sueltas y
rezaban "Ricardo Jaime. Director Ejecutivo. Cerro Motos". La
condición de ejecutivo de esa empresa daba dos informaciones: de qué vivía
Jaime antes de que se cumpliera un año de su salida del Gobierno y además manifestaba su relación con la familia
de Julio de Vido. Santiago, uno de los hijos prósperos del ministro de
Planificación había trabajado en esa empresa. Al mismo tiempo en Córdoba
Capital se estaban allanando las oficinas de Cerro Autos, empresa hermana de
Cerro Motos. Antes de la llegada de las autoridades judiciales a esa
concesionaria de la marca Volkswagen, empleados de la empresa cargaron autos
con carpetas y documentación y se las llevaron.
Mientras Maidana
labraba el acta del allanamiento sentado a la mesa. Jaime se acercó y levantó
el tarjetero y se metió en su bolsillo las tarjetas comprometedoras. El 9 de
septiembre de 2010, Maidana declaró ante Graciela López de Filoniuk, la fiscal
federal de Córdoba que investigó el caso. En su testimonio, al que accedió
Infobae, Maidana deja claro cuál fue la intención de Jaime y además explicó
cómo hizo para que el ex funcionario kirchnerista devolviera lo que se había
llevado al bolsillo delantero derecho del pantalón. El policía le dijo a Jaime que "si no
devolvía las tarjetas procedería a la debida requisa personal y posterior
detención". Ante la advertencia de Maidana, Jaime devolvió esas tarjetas
que podrían haber abierto otro capítulo de la investigación sobre los negocios
del ex secretario de Transporte. Pero eso no sucedió porque las tarjetas jamás
llegaron al juzgado de Oyarbide. Se esfumaron entre Córdoba y Buenos Aires. Y
con ellas la posibilidad de seguir una nueva pista sobre los dineros de Jaime.
Con los testimonios de Maidana y Feser -que fue quien halló
esas tarjetas en una campera de Jaime- y la declaración de otros tres testigos
quedará completo el juicio. No debería durar más de dos o tres jornadas. A
Jaime se lo juzga por el intento de robar las pruebas. No se las quedó porque
el policía que lo descubrió le explicó que si lo hacía podía quedar detenido.
Sólo por eso.
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