Contrastó con los modestos aumentos de 0,1% que midió FIEL y
0,6% del Estudio Ferreres. Además, el organismo oficial registró un acumulado
del 1,5% en el primer semestre comparado con igual período de 2012.
El Estimador Mensual Industrial del organismo de estadística
se distanció enormemente de los cálculos de los estudios privados; midió una
baja de sólo 0,1% respecto de mayo, en valores corregidos por estacionalidad.
En el caso de la estimación de la Fundación de
Investigaciones Económicas Latinoamericas fue para el mes de una contracción de
1,2 por ciento.
Más acentuada fue la merma que anticipó el Estudio OJ
Ferrreres: 1,7%, pese a la firmeza que mantuvo la producción de automotores y
de minerales no metálicos, para la construcción.
En el primer semestre de 2013 el EMI del Indec aumentó con
respecto al mismo período del año anterior 1,5% en términos desestacionalizados
y del 1,1% en la medición con estacionalidad.
Por el contrario, los privados calcularon para el semestre
una baja de 0,1% en el caso de FIEL y suba de 0,4% en las estadísticas de OJF.
Sí hubo coincidencias en que el ritmo de variación de la
actividad fue en todos los casos menos expansivo que el observado en mayo.
Inconsistencia con las expectativas
El sondeo de opinión que hizo el Indec sobre los
presupuestos para el tercer trimestre, respecto de igual período del año
anterior, indicó extrema cautela de los empresarios.
Entre las variables más dinámicas aparecen el aumento de las
exportaciones con 7,1% de saldo de respuesta positiva y la reducción de stocks
en plantas, con una diferencia entre quienes prevén acumulación y quienes
planifican reducción de 5,8 puntos porcentuales.
De ahí surge que no se proyecta un aumento marcado de la
producción, fenómeno que justificaría que el repunte registrado en el segundo
trimestre se sustentó en la muy baja base de comparación y no en una proyección
de tonificación sustentable.
Ese escenario explica que sólo 1,5% de los industriales
planifique elevar la nómina, aunque 1,1% anticipó que la reducirá; mientras que
8,7% prevé aumentar la intensidad del trabajo con más horas de ocupación frente
a 8,2% que presupuestó contracción.
Sin embargo, más que las expectativas, a los ojos de los
inversores lo que resulta relevante es el dato final que mida el Indec, no sólo
de la industria, que estima más firme que las mediciones privadas, sino también
de las cosechas y del PBI general, porque es lo que dispara el pago del cupón
PBI de los bonos que se entregaron en el canje de deuda en 2005.
Pese a que no se dieron a conocer grandes ampliaciones de
las plantas industriales en el último año, para el Indec fue posible elevar la
producción 3,8%, con una reducción de medio punto porcentual del uso de la
capacidad instalada, a un promedio de 71,5 por ciento.
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