Cristina Kirchner inauguró el recinto donde los empleados de
Casa de Gobierno pueden comer a "precios Indec". El menú que eligió
la jefa de Estado y las bromas por quién pagó la cuenta. Crónica de un almuerzo
con la Presidente .
En el comedor de la Casa Rosada no hay falsas promociones
que ocultan datos esenciales en letra chica ni asteriscos que advierten con
sutileza sobre el incremento de la cuenta; en la sede gubernamental se puede
almorzar por sólo $3.
La inauguración del nuevo comedor fue encabezada por
Cristina Kirchner, que en un gesto inédito se sentó a almorzar en una mesa para
seis personas, acompañada por Carlos Zannini; el jefe de Gabinete, Juan Manuel
Abal Medina; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el vocero
Alfredo Scoccimarro; y su secretario privado, Pablo Barreiro.
El flamante espacio de 25 mesas para un total de 100
comensales. En la decoración priman los colores pasteles y hay dos plasmas que
durante la visita de la mandataria estuvieron sintonizados en la Televisión
Pública, donde se transmitía en vivo el acto del gobernador Daniel Scioli junto
al candidato a diputado del FpV, Martín Insaurralde.
Antes de almorzar, la jefa de Estado hizo una recorrida por
la cocina y destacó que tiene un sistema de cocción eléctrico moderno y se
respeta "la seguridad alimenticia".
Luego del paseo, Cristina se sentó a la mesa entre Parrilli
y Pablo, su joven secretario, quien al momento de levantarse para cumplir un
pedido de la mandataria dejó su lugar vacío, que rápidamente fue ocupado por
Scoccimarro.
La mandataria optó por un almuerzo light: de entrada una
ensalada tricolor de lechuga, remolacha y huevo y como plato principal pechuga
de pollo con salsa de zanahorias. Acompañó el almuerzo con agua mineral y no
pudo contener la tentación de pasar el pancito por el plato.
A la hora del postre se sirvió una ensalada de frutas con
gelatina, pero la mandataria optó por una infusión, mientras que los
funcionarios tomaron café.
"Pagué la comida", resaltó la Presidente mientras
bromeaba con Zannini, que fue el encargado de abonar la cuenta. Como en el
nuevo comedor de la Rosada el vale del amuerzo cuesta $ 3, la suma ascendió a $
18 por los seis comensales.
El secretario de Legal y Técnica pagó con un billete de $ 50
y el vuelto lo dejó de propina, lo que provocó risa y cargadas de la
mandataria. "Es un gesto histórico que formará parte de la próxima
campaña, es para un spot, porque pagó Zannini y además dejó propina",
bromeó la jefa de Estado.
En un breve diálogo con la prensa, Cristina resaltó que los
empleados de la Casa de Gobierno "ahora tienen un comedor como se
merecían". Consideró que el espacio "parece un restaurante
comercial". Y señaló que se respetó parte de la arquitectura original del
lugar, destacando "el ojo de buey" en una de las paredes.
Finalmente, los representantes de los medios de comunicación
la consultaron sobre los zapatitos que le regaló el Papa Francisco para su
nieto Néstor Iván, Cristina Kirchner respondió que "ahora le quedan
grandes", pero aclaró que ya se los pondrá cuando crezca, con sus
respectivas medias.
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