La Policía Militar se enfrentó a los manifestantes frente al
Palacio Guanabara. "¡Este Gobierno va a caer!".
La policía militar dispersó a cientos de manifestantes que
protestaban contra el gasto público de la visita del papa a Brasil con gases
lacrimógenos y chorros de agua tras la reunión del papa Francisco con la
presidenta Dilma Rousseff en Rio de Janeiro, constató AFP.
Cientos de manifestantes corrían en todas direcciones cerca
del palacio de Guanabara, sede del gobierno del estado de Rio. Un fotógrafo de
prensa yacía en el suelo en medio de la multitud con la cara sangrando de
manera abundante.
Un policía en el lugar dijo a la AFP que los manifestantes
fueron dispersados luego de que lanzaran un cóctel molotov contra las fuerzas
del orden. Al menos cuatro manifestantes, una de ellos con una máscara de
"Anonymous", fueron arrestados.
Cuando comenzaron los enfrentamientos violentos, el papa
Francisco, que está en Brasil para presidir la Jornada Mundial de la Juventud
(JMJ), ya se había retirado del palacio de gobierno rumbo al centro de estudios
de Sumaré, en las alturas de Rio, donde se alojará durante su estadía.
"¡No sirve reprimir, este gobierno va a caer!",
gritaban los manifestantes mientras huían de las autoridades.
Además del fotógrafo, la policía informó que uno de sus
efectivos fue herido.
Los comercios y bares cercanos bajaban rápidamente sus cortinas
de hierro. Un enorme dispositivo policial fue desplegado en la zona, incluidos
integrantes del Batallón de Choque en moto.
Los manifestantes fueron convocados por el grupo Anonymous
Rio y protestaban cerca del palacio Guanabara contra los 53 millones de dólares
que costará a los contribuyentes brasileños la visita del papa Francisco y la
JMJ. También gritaban consignas contra el gobernador Sergio Cabral -quemaron un
muñeco que le representaba más temprano-, el alcalde Eduardo Paes y Rousseff.
La manifestación arrancó poco antes de la llegada de
Francisco a Rio.
"Hay que romper todo porque con la paz no se logra
nada", lanzó Rosa, una profesora jubilada, al ver llegar a un grupo de
encapuchados. "Pero yo me voy porque soy cobarde", acotó.
Grupos de homosexuales protagonizaron asimismo un
"beijaço" (besazo) entre personas del mismo sexo, y varias mujeres
mostraron los senos.
Los manifestantes se pararon frente a una iglesia mientras
que una joven mostraba los senos pintados de rojo, provocando a un grupo de
católicas.
"Beso hombre, beso mujer, beso a quien me dé la gana,
chupo hombre, chupo mujer, chupo a quien me dé la gana", gritaban los
manifestantes. "Si el papa fuera mujer, el aborto sería legal", se
leía en algunos carteles.
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