El hijo del fundador de Tupamaros y delfín de José Mujica cultivó una relación personal con el argentino. Son un discreto puente de diálogo mientras se pelean las cancillerías.
Raúl Sendic es hijo del legendario fundador de la guerrilla uruguaya Tupamaros. A los 51 años, es el ahijado político de José Mujica y la cara de la renovación generacional en el Frente Amplio. Acaba de dejar la presidencia de la empresa estatal Ancap y suena para candidato a vice de Tabaré Vázquez en la fórmula presidencial del oficialismo. En el último tiempo, su amistad personal con Axel Kicillof lo convirtió en un nuevo canal de diálogo bilateral que puede resultar clave para Mujica en su intento de recomponer el vínculo con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
La
relación entre ambos gobiernos arrastra viejas tensiones por el conflicto de
las papeleras, las restricciones comerciales y el impacto del control cambiario
en el sector turístico de Uruguay. Empeoró en abril del año pasado, cuando
Mujica dijo que “esta vieja es peor que el tuerto” en alusión a Cristina y
Néstor Kirchner, sin saber que había un micrófono abierto. Ese día, Sendic
estaba en la Argentina junto a Kicillof y tuvo que regresar de inmediato a
Montevideo.
La
situación se agravó en octubre, cuando el mandatario uruguayo autorizó
unilateralmente a la pastera finlandesa UPM (ex Botnia) a aumentar su
producción sobre el margen del río Uruguay. Desde entonces, las chances de
reparar la relación quedaron anuladas para los cancilleres Héctor Timerman y
Luis Almagro. El diplomático uruguayo sintió hasta tal punto el desgaste que
anteayer se sinceró: “Yo dije: ‘Se pudre todo en la relación con la Argentina’,
y eso fue tal cual lo que pasó”.
Los contactos por la vía diplomática formal pasaron a un segundo plano, y los pocos puentes que siguen tendidos entre ambos gobiernos son a nivel político. Es allí donde Sendic y Kicillof tienen un papel que jugar. Se conocieron en la embajada uruguaya en Buenos Aires por intermedio del embajador Guillermo Pomi, amigo y compañero de militancia de Sendic padre. Viajes y asados mediante, afianzaron su relación durante la gestión de Sendic en Ancap y de Kicillof en YPF. El uruguayo incluso conoció la casa del ministro de Economía argentino en el barrio de Parque Chas.
Los contactos por la vía diplomática formal pasaron a un segundo plano, y los pocos puentes que siguen tendidos entre ambos gobiernos son a nivel político. Es allí donde Sendic y Kicillof tienen un papel que jugar. Se conocieron en la embajada uruguaya en Buenos Aires por intermedio del embajador Guillermo Pomi, amigo y compañero de militancia de Sendic padre. Viajes y asados mediante, afianzaron su relación durante la gestión de Sendic en Ancap y de Kicillof en YPF. El uruguayo incluso conoció la casa del ministro de Economía argentino en el barrio de Parque Chas.
“Tenemos
una relación de amistad personal y pienso que eso puede ayudar a mejorar el
vínculo entre ambos gobiernos –dijo Sendic a PERFIL–. Tenemos una reunión
pendiente para conversar a agenda abierta, hay que encarar dos o tres temas
concretos para dar una señal de acercamiento y apertura. A diferencia de otros
dirigentes de Uruguay que le echan toda la culpa a la Argentina, yo creo que el
esfuerzo debe ser conjunto. Y Axel piensa igual que yo”.
En agosto, Sendic logró la presencia de CFK en la apertura de una planta desulfurizadora de Ancap en Uruguay. Aquello fue posible gracias a las gestiones de Pomi, del presidente de YPF, Miguel Galuccio, y del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Ese día, Kicillof viajó con la comitiva argentina y fue el invitado de honor de Sendic a un almuerzo del centro de estudios que dirige, Propuesta Uruguay 2030, en el que el funcionario argentino compartió mesa con Mujica.
En agosto, Sendic logró la presencia de CFK en la apertura de una planta desulfurizadora de Ancap en Uruguay. Aquello fue posible gracias a las gestiones de Pomi, del presidente de YPF, Miguel Galuccio, y del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Ese día, Kicillof viajó con la comitiva argentina y fue el invitado de honor de Sendic a un almuerzo del centro de estudios que dirige, Propuesta Uruguay 2030, en el que el funcionario argentino compartió mesa con Mujica.
En el
Frente Amplio afirman que el rol de Sendic como virtual articulador con el
gobierno argentino puede fortalecerlo en la interna partidaria, en la que ya
ocupa un lugar preponderante. Pero aún más importante que eso, puede darle aire
a una relación que llegó a un punto límite. “Queremos volver a la normalidad,
pero el problema es que no hay respuesta de Cristina y ni siquiera está claro
cuánto habla Timerman con ella”, admitió a este diario un hombre muy cercano a
Mujica.
Los dos jefes de Estado se cruzarán la semana próxima en la cumbre de la Celac en La Habana. Hasta ayer, ningún funcionario se animaba a confirmar una bilateral.
Los dos jefes de Estado se cruzarán la semana próxima en la cumbre de la Celac en La Habana. Hasta ayer, ningún funcionario se animaba a confirmar una bilateral.
Una de las
cuestiones que preocupan al gobierno uruguayo es que la Argentina impide el
paso de barcos por los puertos de Uruguay. El presidente del Centro de
Navegación del Uruguay le hizo llegar a Mujica las quejas de su sector y las
cifras que muestran la caída del número de contenedores que pasan por
Montevideo. El funcionario encargado de escuchar sus preocupaciones por el
conflicto bilateral con la Argentina fue un tal Sendic.
Un padre
de leyenda
Raúl
Sendic lleva el mismo nombre que su padre, Raúl “Bebe” Sendic, casi un mito en
Uruguay. En 1962, el famoso guerrillero fundó el Movimiento de Liberación
Nacional – Tupamaros– y desde entonces vivió una década en la
clandestinidad. Su leyenda se alimentó por el hecho de que su rostro no se
conocía públicamente.
En 1972, luego de un tiroteo en el que resultó herido, Sendic fue capturado por la dictadura militar y pasó trece años preso hasta el indulto general de 1985. Su hijo Raúl se exilió junto a su madre y sus hermanos en Cuba, donde se licenció en Genética Humana.
Desde que comenzó a militar en el Movimiento 26 de Marzo, Sendic hijo tuvo una meteórica carrera política bajo el ala de José Mujica, ex compañero de su padre. Hoy es la gran promesa del Frente.
En 1972, luego de un tiroteo en el que resultó herido, Sendic fue capturado por la dictadura militar y pasó trece años preso hasta el indulto general de 1985. Su hijo Raúl se exilió junto a su madre y sus hermanos en Cuba, donde se licenció en Genética Humana.
Desde que comenzó a militar en el Movimiento 26 de Marzo, Sendic hijo tuvo una meteórica carrera política bajo el ala de José Mujica, ex compañero de su padre. Hoy es la gran promesa del Frente.
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