El insólito hecho fue descubierto por la policía en
Pittsburgh, Estados Unidos. Shantia Dennis, una empleada de 26 años, fue
arrestada por narcotráfico.
Haciéndose pasar por un adicto, un agente que venía
trabajando en el caso de forma encubierta logró que Dennis le vendiera una
"cajita feliz" con una sorpresa especial: algunos gramos de heroína.
De esa manera desbarató una red de narcotráfico que se valía
de ese inusual método para distribuir la droga.
Según relata CNN, quienes querían ingresar al círculo local
de consumidores debían acercarse en automóvil al McDonald's en el que trabajaba
Shantia Dennis. Cuando la operadora les preguntaba qué querían pedir, debían
responder "Quisiera ordenar un juguete".
Entonces recibían una "cajita feliz", como las que
habitualmente piden los niños, pero que en vez de un juego o un muñeco traía en
su interior una o varias bolsas con heroína. Durante el operativo, los
oficiales recuperaron unas 60 bolsitas de esa droga y una cantidad menor de
marihuana.
Dennis fue formalmente acusada de los delitos de posesión de
estupefaciente, uso criminal de una instalación de comunicación y venta de
sustancias ilegales.
Los responsables de McDonald's prefirieron no hacer
comentarios ante la prensa.
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