La Fundación DAAT analizó el
consumo de los argentinos en las heladerías. El estudio explica cómo aumentó el
tamaño de la porción y cuáles son los gustos que más “engordan”.
El cuarto kilo destronó al cucurucho, y los motivos son varios: elección de más sabores, más promociones de 2x1 y mayor cantidad de helado para degustar. “Cuando compro un cucurucho, me quedo con ganas de seguir comiendo helado. Por eso elijo el cuarto o pido medio kilo para compartir con mi novia pero como más que ella”, confiesa Eugenio Toledo sin soltar su pote.
Lo cierto es que esos 250 gramos de helado
pueden llegar a tener hasta 950 calorías, de acuerdo al gusto; mientras que un
plato de fideos con salsa, sin aceite, representa 300 calorías. Esto permite
concluir que consumir un cuarto kilo de helado es igual a comer tres platos de
fideos, o 17 manzanas. El comparativo se desprende del informe realizado por el
Centro Médico Fundación DAAT. El equipo de investigación, que encabeza la
médica nutricionista Viviana Baranchuk, analizó el consumo de helado en los
principales locales de la Ciudad de Buenos Aires.
“Queremos alertar a la población de los enormes perjuicios que provoca el
consumo de helado en forma desmedida. Hay personas con sobrepeso, enfermedades
vasculares, diabetes y sus complicaciones, colesterol e hipertensión, entre
otras, que deben evitar su ingesta sin control”, explica Baranchuk.
En una recorrida por distintas
heladerías porteñas, los empleados coinciden en que los clientes aprovechan las
cuponeras de descuentos para comprar más cantidad. “Para comerlo con pala”,
dice un anuncio y en la imagen se observa la playa, el mar de fondo y un cuarto
kilo de helado acompañado por una pala de juguete.
El informe sostiene que el promedio de consumo de helado es de 5,2 unidades por mes, y la mayoría elige el pote de250 gramos . Lo llamativo es que casi el 40% de
los encuestados asume que padece alguna enfermedad. Entre las más
sobresalientes se ubican la obesidad y el colesterol.
El informe sostiene que el promedio de consumo de helado es de 5,2 unidades por mes, y la mayoría elige el pote de
Baranchuk explica que si a una dieta de
2 mil calorías diarias se le suman las del cuarto kilo de helado; por ejemplo
unas 950 cal en el caso del granizado de crema americana, obtenemos como
resultado 2.950 cal. Si esa ingesta se repite durante el mes los 5,2 días que
indica el promedio de consumo, se llegará a unas 4.940 calorías extra, que
luego será necesario eliminar para no aumentar de peso.
Tendencia. Como si fuera poco, ahora está de moda que las heladerías ofrezcan como extra la posibilidad de agregar galletitas molidas, nueces, dulce de leche y otros ingredientes, todos abundantes en azúcar. En ese caso, el valor calórico del cuarto kilo puede llegar a ascender a las 1.571 cal. Eso equivaldría ya no a tres sino a cinco platos de fideos con salsa sin aceite, o a 28 manzanas.
Tendencia. Como si fuera poco, ahora está de moda que las heladerías ofrezcan como extra la posibilidad de agregar galletitas molidas, nueces, dulce de leche y otros ingredientes, todos abundantes en azúcar. En ese caso, el valor calórico del cuarto kilo puede llegar a ascender a las 1.571 cal. Eso equivaldría ya no a tres sino a cinco platos de fideos con salsa sin aceite, o a 28 manzanas.
Si se arma un ranking calórico entre
los cinco gustos más “engordantes” para pedir un cuarto de helado son: el
granizado de crema americana (950 cal); el chocolate con cookies (825 cal), el
tiramisú (780 cal), el chocolate con praliné y caramelo (720 cal), el chocolate
con chips (710 cal) y el chocolate a la suiza (705 cal). Y entre los menos
calóricos, sobresalen los frutales y preparados al agua, como frutilla y limón,
que promedian las 280 cal (ver infografía).
Según el estudio de DAAT, los varones
son los que más eligen el cuarto de helado y los sabores de crema o combinados.
Las mujeres son las que más optan por el vaso chico y los sabores frutales al
agua.
Lo cierto es que las altas temperaturas motivan la tentación hacia el helado, y algunos sostienen que hincar la cucharita o pegar un lenguetazo “los refresca”, pero los nutricionistas aseguran que eso no debería ser así.
Lo cierto es que las altas temperaturas motivan la tentación hacia el helado, y algunos sostienen que hincar la cucharita o pegar un lenguetazo “los refresca”, pero los nutricionistas aseguran que eso no debería ser así.
“El helado no es para refrescarse.
Pensar que porque hace calor debemos ir a tomar un helado es sostener la idea
de un esparcimiento malo. No puede ser un hábito diario. Si hace calor, hay que
ingerir líquidos y frutas naturales”, dice la nutricionista Baranchuk y agrega:
“No hace falta empalagarse, se puede comer una porción pequeña y al día
siguiente salir a caminar o hacer ejercicio para eliminar las calorías”,
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