El sindicalista de la carne Silvio Etchehun afirmó que los
precios al público aumentaron casi 600% desde 2008 debido a los controles de la
Secretaría de Comercio Interior, que provocaron cierre de establecimientos y
paralización de las exportaciones. También dijo que Augusto Costa "está
tomando peores medidas" que su antecesor, Guillermo Moreno.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la
Industria de la Carne del Gran Buenos (SICGBA), Silvio Etchehun, realizó una
dramática descripción del mercado de la carne, luego de años de intervención
oficial en el sector que produjeron un incremento del 600% de los precios al
público, la paralización de las exportaciones y el cierre de establecimientos,
con miles de despidos.
"Las medidas que toma la Secretaría de Comercio no
cambian: son las mismas que tomaban en el 2006, que llevaron al cierre a 3.300
plantas y que el precio de la carne aumente todos los días, porque sigue
aumentando", dijo Etchehun, quien cuestionó duramente las políticas
intervencionistas del ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y
de su sucesor, Augusto Costa.
Por Radio 10, el sindicalista afirmó que "cuando Moreno largó los
precios máximos de doce cortes populares en el 2008, la resolución N°38, si uno
toma ese valor con el valor que Costa pone en la última resolución, la carne
aumentó 600 por ciento. Estamos hablando de los precios máximos de la categoría
más baja de la carne, que están en los precios de referencia del
Gobierno".
"La resolución 38 marcaba los doce cortes populares,
hoy son seis los que puso Costa. Si uno toma la carne con hueso, en la primera
resolución de Moreno, cuando puso la intervención, valía dos pesos y monedas.
Con el valor que le puso Costa hoy te va a dar el 555 por ciento. Con la carne
picada lo mismo, más este 5% que dice Costa ahora que le va a dar ventaja al
supermercado para que aumente y que baje la cebolla y baje la papa",
expresó el gremialista. "Son cosas totalmente agarradas de la cabeza que
terminan perjudicando a todos los consumidores. Teóricamente, la papa tendrá
que bajar, porque la carne aumentará 5% a partir de mañana", añadió.
Etchehun tampoco ahorró críticas sobre reconocidos
empresarios del rubro como Alberto Samid, quienes ofician de asesores del
Gobierno. "La realidad es que la Secretaría de Comercio, con los asesores
Alberto Samid y Ricardo Bruzzese, está tomando peores medidas que las que tomó
Moreno en la primera parte de intervención y regulación del mercado",
opinó, y aseguró que el control oficial "trae como consecuencia que hoy
tengamos que pagar por la carne en las carnicerías cifras que no le alcanza el
bolsillo a la gente, y tengamos miles y miles de despidos en todo el país.
Nunca hemos hablado por noticias felices, sino porque nos cierra una empresa o
porque nos aumentan la carne".
Distorsiones en la cadena de valor
Como referente del sector cárnico y conocedor en detalle de
la operatoria comercial de un producto clave en la mesa de los argentinos,
Etchehun apuntó a las deficiencias de la cadena de comercialización que, de
corregirse, permitirían reducir en un 25% los valores al público.
"Todo va para atrás y nosotros no estamos dispuestos ya
a tolerarlo y que nos pase lo mismo que nos pasó en el 2006. Si no cambia la
política de la Secretaría de Comercio, lamentablemente tendremos que salir
todos los trabajadores de la carne a la calle a plantear y decir dónde hay que
corregir las cosas. Porque no es que no se pueden corregir las cosas y que la
carne pueda bajar un 25 por ciento. No me explico, sentados Alberto Samid y
Bruzzese con Costa, cómo no le dicen dónde hay que bajar", continuó.
La carne podría bajar 25% sin las comisiones de los intermediarios que
operan "en negro"
"¿Por qué Samid puede vender la carne 10 u 11 pesos más
barata (por kilo) que cualquier otra carnicería? Porque es productor directo.
Entonces el problema es que nosotros tenemos 3.500 personas que compran
hacienda por cuenta y orden de terceros y no figuran en ningún lado, que están
dentro de la cadena cárnica y que le aplican el porcentaje que quieren a la
carne. De un lado están los matarifes y los abastecedores, y del otro lado
están los supermercados que hacen lo que quieren", agregó Etchehun.
"Si nosotros controlamos y buscamos medidas
tributarias, fiscales y ver de qué manera las controlamos a estas 3.500
personas que operan ilegalmente, vamos a conseguir que la carne esté a un
precio accesible para la gente y nosotros tener trabajo y poder mantener
nuestra oferta. Y el productor, sentirse seguro y tener previsibilidad",
recomendó.
El impacto en los
empleos
Etchehun explicó que la salida del país del gigante frigorífico
brasileño Marfrig está provocando cesantías en el sector que afectan a más de
mil trabajadores, además de un millonario costo fiscal para subsidiar a los
trabajadores inactivos.
"Está complicado porque desde noviembre, la empresa
Marfig, de capitales brasileños, informó en sus balances en la Bolsa que
cerraba dos plantas frigoríficas. Una es la de Estancias del Sur, en Unquillo,
donde los compañeros están en la calle. Esta es una planta de 550 trabajadores.
La otra es de Hughes, Santa Fe, de 500 trabajadores. Son plantas exportadoras y
estamos haciendo lo posible para que el Gobierno se haga cargo, porque los
brasileños se están yendo del país", comentó el directivo de Sicgba.
"En el informe en la Bolsa de Valores de Brasil ponen
que son inviables comercialmente por el cierre de las exportaciones y la falta
de políticas con previsibilidad en el tema de la ganadería", dijo
Etchehun. "Si el Gobierno no las toma en posesión, seguramente nuestros
compañeros pasarán a ser desocupados y engrosar los 17 mil trabajadores que ya
hemos perdido desde el 2006 a la fecha", advirtió.
Un caso emblemático es el del frigorífico San José, comprado
en conjunto por el Estado nacional y la provincia de Entre Ríos en 2011 a la
brasileña JBS Friboi -número uno del mundo en producción y procesamiento de
carne vacuna y avícola-, que todavía no volvió a la actividad. "Cuando se
fueron con la empresa de San José, que en ese momento estaba en actividad con
160 trabajadores, el Estado la compró en u$s16 millones, pero no la pudo poner
en funcionamiento todavía".
"Los brasileños se llevaron los u$s16 millones y nos
dejaron el mercado de la carne destruido en Entre Ríos y obviamente el problema
de los trabajadores que tenemos ahí", lamentó Etchehun, quien recordó que
el Gobierno "sigue pagando la garantía horaria que es un 60% de la
remuneración que cobraría cualquier trabajador en actividad", para que los
operarios continúen percibiendo un ingreso, aunque la planta no produzca hace
dos años.
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