En 2012, la Presidente pesificó sus ahorros, luego de un
pedido del periodista Victor Hugo Morales. Quiénes son los que también
perdieron por seguir las instrucciones de la Presidente.
6 de Junio de 2012. "Yo tengo un plazo fijo en dólares,
viejo, de hace bastante tiempo y el otro lo tengo en pesos, porque de verdad,
objetivamente es más rentable tenerlo en pesos que tenerlo en dólares". La
Presidente de la Nación decidió dar el ejemplo y lo contó en cadena nacional.
"He decidido que voy a poner mi plazo fijo en pesos", sentenció
Cristina. De ese tiempo pasó poco más de un año y medio y por esa
decisión, la jefa de Estado perdió, por
lo menos, 11 millones de pesos. Lo que suponía rentable, no lo fue.
En julio de 2012, treinta días después del anuncio, Cristina
Kirchner publicó la pesificación de u$s3.220.252 y derivó el resultado en pesos
a distintos plazos fijos del Banco Nación. Según su última declaración jurada
de bienes, la Presidente posee nueve plazos fijos en pesos por 19.481.783
pesos.
La pesificación del plazo fijo de la jefa de Estado, se
concretó el 8 de junio de 2012, a un valor, según el cambio oficial del
momento, de $4,57 por cada dólar. Así,
los poco más de tres millones de dólares se transformaron en 14.716.551,64
pesos. La mandataria afirmó que su transacción sería rentable, pero la
devaluación de su Gobierno le hizo perder dinero. Si no hubiese pesificado sus
dólares en 2012 y decidiera hacerlo hoy, a un promedio del cambio oficial a $8,
el resultado serían $25.762.016, poco más de $11.045.465 de diferencia, un 175%
más de lo que obtuvo originalmente. Si
la cuenta se hace con el cambio en el mercado libre, el mal negocio es aún
peor: sus dólares serían el equivalente a 38.482.011,04 pesos. Casi más de $24
millones de diferencia con la operación que se concretó en 2012.
Pesificar sus dólares fue una decisión que tomó luego de que
el periodista Víctor Hugo Morales la invitara a dar ese ejemplo. La Presidente,
al momento del anuncio, también instó a que los funcionarios de su gabinete y
el propio Víctor Hugo dieran el ejemplo. En 2013, el periodista admitió que no
fue buen negocio: "Les voy a poner un solo ejemplo del dinero perdido.
Hace poco pesifiqué, supongamos que eran 100 mil dólares. Fue más que ese
dinero. Pero supongamos que eran 100 mil dólares, para que usted pueda sacar la
cuenta rápido. Tres o cuatro meses después, he perdido 500 mil pesos (en
proporción a la cantidad de ejemplo)".
No fue el único. El ex jefe de Gabinete y actual senador
nacional Aníbal Fernández también tuvo que apostar por la ola pesificadora,
incluso no estando de acuerdo. Cuando en 2012, al poco tiempo de la decisión
presidencial, se le preguntó por qué
mantenía sus dólares, Fernández respondió que no era "idiota" porque
iba a "perder plata". Pero no tuvo opción y pesificó: "Hice lo
que tenía que hacer, nada más que eso". También perdió dinero, pero no
trascendió el monto. Para justificar su operación, Fernández le pidió al
gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, que pesificara los
u$s201.175 que declaró en su última declaración jurada. "La crítica es:
loco, dale, colaborá con nosotros, no te vas a morir. Lo ponés en plazo fijo y
te da mucha mejor guita que la que te dan los dólares", dijo el senador en
declaraciones públicas en referencia a Scioli. El jefe bonaerense no le hizo
caso y ganó.
"No voy a volar porque no soy bruja, ni soy un pájaro,
pero quiero que los argentinos entiendan cómo juegan con sus ilusiones, cómo
les envenenan la vida, cómo les llenan la cabeza, cómo los amargan, cómo les
hacen tomar decisiones equivocadas acerca de su propio dinero, de sus propios
recursos y como luego eso lo terminan pagando todos los argentinos", dijo
Cristina Kirchner, el miércoles por cadena nacional. "El que apuesta al
dólar pierde", supo decir en 1981 el ministro de Economía Lorenzo Sigaut.
Décadas después, la Presidente le hizo caso: apostó al peso. También perdió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario