El gobierno norteamericano evalúa pedir a las automotrices
que incorporen una tecnología que permita a los vehículos compartir su
posición, velocidad y rumbo con otros automóviles para evitar una posible
colisión.
Las autoridades de Transporte de los Estados Unidos
anunciaron que podrían requerir que los fabricantes equipen los vehículos
nuevos con tecnología que permita a los autos advertirse si están en curso de
colisión.
El secretario del Transporte, Anthony Foxx, dijo en una
conferencia que la tecnología, aunque a años de distancia, tiene el potencial
de reducir significativamente los accidentes, lesiones y muertes en las calles
y rutas.
Una señal de radio transmitiría continuamente la posición
del vehículo, rumbo, velocidad, entre otra información. Otros autos recibirían
la misma información de otros vehículos. El equipo de un vehículo podría
alertar al conductor de una colisión inminente. Algunos sistemas, por ejemplo,
podrían frenar automáticamente para evitar un accidente, si el fabricante
decide incluir esa opción.
Un coche "vería" cuando otro auto o camión
equipado con el sistema está a punto de traspasar una luz roja, incluso si el
vehículo está oculto tras una esquina. El automóvil incluso sabría cuando un
auto que circula varios vehículos más adelante frenó súbitamente y alertaría
antes de que fueran visibles las luces de frenado. La tecnología tiene un
alcance de aproximadamente 300 metros.
Si las distintas comunidades deciden invertir en la
tecnología, caminos y semáforos pudieran comenzar a "hablarle" a
coches, enviando señales de embotellamientos o peligros en el camino a tiempo
para que los conductores tomen rutas alternativas.
En agosto de 2013, ocho fabricantes de vehículos
participaron de un experimento para testear una tecnología similar: mediante
señales de Wi-Fi, los automóviles se comunicaban con la infraestructura vial
para lograr una conducción más segura y evitar accidentes.
La prueba, a cargo del Instituto de Investigación del
Transporte de la Universidad de Michigan, incluyó alrededor de 3.000 vehículos
(automóviles, camiones y autobuses) equipados con el sistema para comunicarse.
La tecnología que ahora se evalúa incorporar a los
automóviles es independiente de sistemas automatizados de seguridad que usan
sensores y radar que ya están siendo instalados en algunos vehículos de lujo y
que son vistos como las bases para coches de conducción autónoma en el futuro.
El gobierno y funcionarios de la industria consideran que las dos tecnologías
son compatibles. Si comunicaciones continuas entre automóviles hacen más seguro
conducir, entonces los coches autónomos también serán más seguros.
La Administración Nacional de Seguridad en el Transporte
norteamericana, que ha estado trabajando junto con fabricantes de autos en el
sistema en el último decenio, estima que las comunicaciones de vehículo a
vehículo pudieran prevenir hasta 80% de los accidentes de tránsito que no
involucran a un conductor ebrio o una falla mecánica.
Las colisiones en las que estuvo involucrado un conductor
legalmente ebrio representaron casi una tercera parte de las 33.500 de tránsito
en los Estados Unidos en el 2012, de acuerdo con la agencia.
La tecnología representa el inicio de una nueva era en la
seguridad automovilística, enfocada en "prevenir los choques",
comparada con esfuerzos previos centrados en asegurar que los ocupantes de
autos pueden sobrevivir un accidente, dijo David Friedman, jefe de la agencia.
Las autoridades dijeron que, por el momento, no hay órdenes
inminentes para los fabricantes de autos.
Luego de un reporte de la agencia, el público y las empresas
automovilísticas tendrán 90 días para ofrecer sus comentarios, tras lo cual los
reguladores comenzarán a preparar su propuesta, y esa propuesta pudiera tomar
meses o años. Pero el secretario de Transporte Anthony Foxx dijo que su
intención es presentarle una propuesta al presidente Barack Obama antes del fin
de su mandato.
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