"Tenga cuidado con lo que va a decir, doctor"; "Mida sus palabras doctor". Esos fueron los dos mensajes que recibió Capdevila al ser abordado sospechosamente en la vía pública por hombres que no conocía. Los incidentes fueron antes de la fecha en la que debía presentarse a declarar ante el juez. Finalmente esa audiencia fue aplazada.
Esos no fueron los únicos hechos que lo llevaron a tomar la decisión de cruzar las fronteras. En estas últimas emanas, un auto sin patente persiguió a su pareja durante media hora. El trayecto incluyó múltiples curvas y cambios de marchas en el camino. Además, otro familiar cercano tuvo un incidente.
El mensaje era claro: alguien no quería que Capdevila vuelva a declarar en el caso Ciccone. Sin embargo, el ex asesor de Amado Boudou en el Ministerio de Economía no especificó en los escritos que presentó ante la Justicia de donde cree que provienen las advertencias. Los abogados del Vicepresidente dicen que no tuvieron nada que ver con el hecho y recordaron que el testimonio de Capdevila había sido favorable a la situación jurídica del ex titular del Palacio de Hacienda.
Sin embargo los dichos de Capdevila parecen indicar otra cosa. "Soy testigo judicial por el hecho de haber cumplido con mi deber legal, ya que en ese momento, antes de que se me desplazara, era el director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, en un expediente administrativo le advertí al entonces ministro de Economía Amado Boudou que no debía interveinor en el expediente Ciccone, consejo que no siguió", aseguró el testigo en una carta.
Luego de que Capdevila dejara la Argentina -se especula que viajó a Uruguay-, sus allegados presentaron dos escritos. Allí confirmó que fue víctima de "un suceso ilícito" y adelantó que no declarará porque tiene miedo por su integridad física. "Regresaré en la medida que considere que están dadas las condiciones que garanticen mi seguridad", prometió según la copia del escrito que consta en Tribunales.
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